martes, 4 de noviembre de 2008

Laconismo para un final repentino



Se ha ido la hipnosis,
se ha acabado el arreglo sincronizado de nuestros corazones,

mis metas ya no son nuestras y las tardes ya no seran escenario para el marchar de mis labios
que siempre encontraron el camino a los tuyos.


Necesitaba amarte, y lo hice, pero aun no aprendo a extrañarte,
el cielo sigue siendo eterno y las tardes no son grises aun si el pensamiento te evoca a ti,
ya no existe la locura colectiva que nos conectaba en la misma fantasia
,
nuestros mundos son reales hoy y visiblemente distintos, incompatibles
no me siento fuera sin ti
ni completa estando contigo

y el cielo, sigue siendo del mismo azul...



3 comentarios:

Pat dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eristarco (Ricardo Garavito) dijo...

La eternidad es un lugar donde los mortales dejamos aquellas palabras y sentimientos que nos son inmortales.

Lord Lavengro dijo...

"mis metas ya no son nuestras y las tardes ya no seran escenario para el marchar de mis labios"

Estas palabras tuyas me han llegado certeras como la saeta de Hood, recordándome no sólo la eternidad de los momentos, sino también lo universal de los sentires.

Tu servidor

Lavengro