es una luna vieja que se pregunta como cada noche:
¿Que habrás hecho? ¿Quien habrás sido que no te puedo olvidar?
Esta noche es una vela que ilumina mis confesiones y me propone convertirlas en cenizas,
es un papel en misión suicida, amenazado a muerte ya sea por mi indecisión y cobardía,
o entre tus manos lejanas, si lo ejecutas en un vano intento de olvidar tu vieja vida
Es una esperanza vacilante de la verdad de tu respuesta,
es una duda que aboga por la distancia como medicina,
es un tormento infiltrado en este pliego de mi existencia
que pretende incitar a tu alma a una regresión irreversible
Es un sentimiento difuminado, vulnerable, una despedida fingida
con un as bajo la manga:
Hacerte regresar...

4 comentarios:
Un beso.
En Buenos Aires es tarde
aún en la distancia
bella que dibujas.
Aún en ella
tu lapiz
conoce el camino.
Tu blog me resultó tibio... con ganas de quedarme y olvidarme de la cantidad de responsabilidades que andan tras de mi.
Lo visitaré con más calma.... lo prometo...
Saludos
Que bien lo haces.
Hola bonita.
Sigo acá.
Besitos
Publicar un comentario