pero ¡cómo hablan, cómo gritan, cómo cantan!
El dolor que las exprime las encanta
y las condena a rodar por siempre
a marcar el momento en el que salieron,
del calor de un beso o el frío de un adiós...
Es por eso que somos gran parte de agua,
porque marcamos con lágrimas la vida,
lágrimas de tristeza, lágrimas de dicha
es por eso que buscamos miradas en el mar
y besos en la brisa de un recuerdo,
es por eso que buscamos paz en la lluvia del invierno.
Las lágrimas no escriben,
pero ¡cómo hablan cómo fluyen, cómo bailan!
cómo cristalizan una mirada,
cómo encierran la esperanza
que abandona al corazón rodando por la ventana.
Las lágrimas no escriben,
pero ¡cómo hablan!
cómo corren en la noche y la mañana
cómo salen de los ojos y te corren por el alma
las lágrimas no escriben, pero mandan
a la voz de un corazón que por no ser escuchada
se vale de las letras para escribir desesperanzas.
Aline Solano
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