miércoles, 23 de julio de 2008

Aguardando

Me gime al oído tu recuerdo
y obedeciendo a la nostalgia te escribo un verso
mientras la soledad se atraganta con un beso
que se hunde bajo la pasión reprimida
pero tu suspiro de añoranza me roza el alma para consolarme
y encomiendo una caricia a la distancia
que cuando te sientas triste te bese el cuerpo
para que aunque otro día caiga,
nuestro amor no muera
y te incite a volver siempre a mi puerto

Murmuro nuestra promesa, sublime, al oído del viento

y le envuelvo con fervor la fragancia de mi cabello
para que al llegar a tu nariz,
encienda en tus ojos mi recuerdo
y te cobije y proteja la paranoica estela de mi celo

Y aquí, adorno el atardecer con remembranzas

de nuestros dichosos encuentros para alejar pensamientos tristes

Hasta el anochecer

cuando la necesidad de tu mano hecha caricia en mi cuerpo
me eleva al pasado y lo revive,
en una ola de calor nocturno
que al clímax de la añoranza
desaparece dejando una ola de ansiedad

Y me asecha el frio,

vestido de soledad
pero me nace tu sonrisa en la memoria,
y el amor que te aguarda en mi corazón resiste
este ataque mas que me provoca
darte un beso, un adiós y a señal de tu partida
pausar el amor y esperar



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